¿Qué le viene a mis zapatos?

En la construcción y en las faenas, la seguridad es lo más importante. Un buen calzado es lo principal, pero no lo único. Acá te dejamos diferentes elementos con los que debes andar para que realizar tu trabajo no signifique un peligro para tu bienestar.

 

De los pies a la cabeza, así debería ser la protección en los espacios laborales, donde el cuerpo físico se enfrenta constantemente a diferentes tipos de peligro.

Por lo mismo, son varios los elementos que se deben utilizar al momento de pisar la obra y/o faena, las habilidades y destrezas profesionales no son suficientes a la hora de protegernos.

Y aunque los zapatos que encontrarás en www.safefoot.cl te harán sentir un gran nivel de seguridad, no hay que olvidar todo lo que debe acompañarlos.

Esto no es para nada antojadizo, según la legislación vigente, se entiende por elemento de protección, “todo equipo, aparato o dispositivo especialmente proyectado y fabricado para preservar el cuerpo humano, en todo o en parte, de riesgos específicos de accidentes del trabajo o enfermedades profesionales” (Art. 1º del Decreto Supremo Nº173 de 1982 del Ministerio de Salud).

Y cuando hablamos de elementos de protección, además de los zapatos, generalmente pensamos en cascos de seguridad. Algo fundamental en contextos de obra, puesto que proteger la cabeza es esencial para evitar lesiones en el cráneo y/o cerebro.

Un buen casco de seguridad y utilizado de la manera correcta, puede salvar vidas. ¿En qué hay que fijarse a la hora de escoger uno?

Este debe tener máxima absorción de golpes, fecha de elaboración y contar con un período recomendado de durabilidad, que generalmente tiende a ser de 12 meses.

Además debe ser auto extinguible  y resistente, pero sobre todo cómodo para quien lo use, de lo contrario las posibilidades de retirarlo o usarlo de mala manera aumentan y eso se transforma en un peligro.

 

 

Ahora bien, el casco no es lo único que protege la cabeza, también están las orejeras o tapones para cuidar los oídos de los sonidos elevados, puesto que exponerse constantemente a altos niveles de ruido, más de 85 decibeles (algo que sucede en el rubro de la construcción) puede provocar un déficit auditivo o una pérdida de audición progresiva.

Y como suele suceder con la mayoría de las cosas, protectores auditivos hay para todo tipo de gustos y necesidades.

Hay tapones desechables de espuma, reutilizables de silicona u otro material liviano, orejeras con arnés fijo de nuca y protectores auditivos de inserción, entre otros.

Al casco y las orejeras o tapones, se le suman los protectores oculares para evitar lesiones en los ojos que se pueden ocasionar por salpicaduras de líquidos corrosivos, ácidos, partículas de algún material dañino, polvo, etc.

Para eso se suele utilizar antiparras, lentes de seguridad y pantallas faciales, esta última funciona para proteger toda la cara.

Para proteger las vías respiratorias, que se pueden ver afectadas en los espacios de construcción y otros ambientes, es importante utilizar barbijo. Mucho antes de que su uso se instalara de forma obligatoria como medida de prevención para el Covid-19, los barbijos ya se utilizaban para prevenir la inhalación de polvo, partículas, gases y otras emanaciones tóxicas. 

 Por otro lado, las manos suelen ser las partes del cuerpo más expuestas a posibles peligros, ya sea por pinchazos, rasguños, cortes o quemaduras.

Para eso, el uso de guantes se considera obligatorio y en ese sentido, es importante conocer cuál es el que mejor se adapta al tipo de trabajo que se realiza y tipo de peligro al que se exponen las manos.

 

 

Hay guantes que previenen agresiones químicas, eléctricas y térmicas. Otros contra las radiaciones y otros que, por su material resistente, previenen cortes. Por lo que no hay excusas para no utilizar este elemento de protección.

Muchas cosas ¿o no? Pero es que nunca es suficiente cuando se trata de cuidar el cuerpo y la integridad física. Además de todo lo mencionado, hay que sumarle chalecos, chaquetas y cotonas de protección de ser necesarias, al igual que cinturones de sujeción del tronco, fajas y cinturones antivibraciones.

Equipos anticaídas, de distintos niveles. Ropa de protección contra perforaciones, cortes y proyecciones de metales en fusión, etc. También ropa y accesorios de señalización, es decir, reflectantes o fosforescentes, sobre todo de noche o en espacios de oscuridad. 

Y por último, pero no por eso menos importante, caminar con confianza es caminar con zapatos de seguridad ante cualquier tipo de peligro. Y no precisamente porque te pueden pisar, sino más bien porque diferentes herramientas o elementos pesados pueden caer sobre los pies provocando un daño grave.

Por lo tanto, los zapatos de seguridad tienen que ser de constitución fuerte y sólida, con buena adhesión y una puntera de acero, entre otras cosas. Para entregarte la confianza que tú y tus pies necesitan, SafeFoot tiene diferentes opciones en zapatos de seguridad, adaptados a diferentes rubros, donde la protección y el cuidado personal es fundamental.